Houston Dynamo rescata un punto valioso ante el líder del Este
(image via Houston Dynamo FC)
En una noche húmeda y nublada en el Shell Energy Stadium, el Houston Dynamo FC mostró orgullo, resistencia y unidad para rescatar un empate 1-1 ante el líder del Este, Philadelphia Union, en un duelo que tuvo emociones desde el primer minuto hasta el último suspiro. Con 17,390 fanáticos en las gradas y un clima de 89 grados, el Dynamo no solo jugó por los puntos: jugó por su gente, a la cual le debía mucho tras las últimas pálidas actuaciones.
Un comienzo cuesta arriba
El partido comenzó cuesta arriba. A los 15 minutos, Alejandro Bedoya aprovechó un rebote en el segundo palo tras una jugada desordenada en el área y puso en ventaja a Philadelphia. El gol cayó como un balde de agua fría, pero no desanimó a un Houston que venía golpeado tras una dura derrota ante Vancouver.
Respuesta emocional y futbolística
Houston respondió con actitud. En el 20’, Sebastián Kowalczyk generó la primera ocasión clara con un intento de vaselina que fue controlado por el arquero Andrew Rick. Luego, Jack McGlynn probó desde fuera del área con un zurdazo que obligó a una gran estirada del arquero visitante.
Y justo cuando el primer tiempo se extinguía, llegó el momento más simbólico de la noche: penal para Houston, tras una mano en el área provocada por un tiro libre de McGlynn. El mismo Jack se paró frente al balón y, con total frialdad, convirtió al minuto 45+10. Fue su tercer gol en la temporada, pero el primero frente al club que lo formó. No lo celebró con euforia, pero sí besó el escudo del Dynamo:
“No fue contra ellos —dijo después—, fue por el aprecio que tengo por Houston. Este club confió en mí, y eso significa mucho”.
El sábado, enfrentando a su exequipo, McGlynn no solo anotó, sino que lideró al equipo en presión, creación y carácter.
El segundo tiempo fue todo del Dynamo
En la segunda parte, Houston creció. Mostró intensidad, juego ofensivo y entrega. En el 76’, Griffin Dorsey estuvo a centímetros de la gloria con un cabezazo que se estrelló en el travesaño. Jonathan Bond, el arquero local, fue clave en dos atajadas, incluyendo una mano salvadora ante un cabezazo de Bruno Damiani.
Philadelphia terminó con 10 jugadores tras la expulsión de Francis Westfield en el minuto 90+9 por conducta violenta. Y aún hubo tiempo para un último intento: en el 90+13’, Artur sacó un remate poderoso de larga distancia que también pegó en el poste. El gol del triunfo estuvo ahí, al alcance, pero no llegó.
Más que fútbol: una causa que une
Más allá del resultado, el partido estuvo marcado por un homenaje sentido: los jugadores del Dynamo vistieron brazaletes negros y parches especiales en honor a las víctimas de las recientes inundaciones en Texas. Las camisetas usadas serán subastadas por Dynamo & Dash Charities y todo lo recaudado será destinado a los esfuerzos de asistencia en comunidades afectadas. Además, el club lanzó camisetas solidarias y donó $500,000 junto a Austin FC, FC Dallas y la MLS.
Voces tras el partido
Ben Olsen, DT del Dynamo, valoró el esfuerzo colectivo:
“Hicimos lo suficiente para ganar, pero la pelota no quiso entrar. Me gustó la agresividad, la actitud, el carácter con el que se jugó. Hoy el equipo respondió”.
Sobre McGlynn, dijo:
“Le dije que no intentara ser un héroe. Que sea él mismo. Y lo fue. Jugó simple, fue intenso, presionó, generó. Mostró un nivel que no veíamos desde la Copa Oro”.
Jack McGlynn, por su parte, lo resumió así:
“Queríamos ganar en casa. Tuvimos chances. Fue una noche especial para mí, pero lo importante es que el equipo sigue creciendo. Vamos por más”.
Lo que viene
Con este empate, Houston suma un punto clave y corta una racha de dos derrotas. El equipo mostró una mejor versión y ahora se prepara para cerrar su serie en casa: el próximo compromiso será este viernes 25 de julio ante LA Galaxy, en una jornada especial por el Military Appreciation Night. El Shell Energy Stadium volverá a ser testigo de un equipo que sigue creciendo, luchando y soñando con algo grande.